En la actualidad, la implementación de tecnología logística puede ayudar a las empresas en
la gestión de sus centros de distribución en tiempos en que los costos se han incrementado
hasta en un 20 % en promedio, como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
En Uruguay, aún existen empresas que utilizan tecnologías antiguas para gestionar sus
depósitos o almacenes generales, sin visibilizar el potencial que implica emplear otras
herramientas para optimizar la experiencia de trabajo en esos espacios, por ejemplo,
proporcionando máxima densidad, almacenamiento adicional o capacidad de picking.
Para realizar una correcta gestión de los centros de distribución, se necesita definir
procesos claros, sobre la base de un análisis exhaustivo de la estructura organizacional de cada
empresa y sus necesidades específicas, para así lograr soluciones y tasas de productividad
mayores. Hoy la tecnología disponible hace que a lo largo de todo el proceso se genere una
gran cantidad de datos que debemos poder recopilar, manejar y procesar con gran rapidez
para poder optimizar flujos, procesos y recursos.
En este sentido, mejorar las instalaciones existentes y aplicar tecnología de vanguardia para
maximizar la eficiencia de estos espacios incide notoriamente en los procesos operativos de
cada pyme, sobre todo al momento de enfrentar retos de competitividad y sustentabilidad o al
decidir desarrollarse hacia otros mercados. De hecho, la optimización de la gestión de la
cadena de suministros es uno de los elementos que puede determinar el éxito o el fracaso en
el proceso de internacionalización de cada empresa.
Para afrontar los problemas de los centros de distribución o grandes almacenes, se dispone
de medidas tecnológicas ampliamente comprobadas que conciben el tema logístico de una
manera integral en la organización, es decir como un área facilitadora de información e
integradora de procesos y recursos que permitan disponer adecuadamente del producto en el
tiempo adecuado y tomar mejores decisiones.